Y un día encontré a Julio Llamazares...

Escribe Secundino Lorenzo Fdez.

Descubrí a  Julio Llamazares por el año 1995, ya tenía varios libros publicados pero yo no había leido ninguno. Era un día que se celebraba en el IES "As Lagoas" de Ourense,  donde trabajaba de profesor de matemáticas, "El día del libro";  la mesa estaba repleta de libros de literatura de todos los géneros y se trataba de comprar un libro, por lo menos...me dejé aconsejar por mi compañero Roberto Fdez., profesor de Literatura,  que me recomendó La lluvia amarilla,  un libro escrito en 1988; Roberto me aseguró que era un excelente libro y que me gustaría seguro...

No se equivocó, acertó plenamente. Ese día encontré a Julio Llamazares...

Portada del libro La Lluvia amarilla

La lluvia amarilla de Julio Llamazares cuenta la última noche de Andrés de Casa Sosas, el último habitante de un pueblo abandonado del Pirineo oscense. Una historia que se ha convertido en realidad,  actualmente en nuestros pueblos. Lo que sucede en Ainielle contado por Andrés habla de la despoblación, la destrucción, la pérdida de una identidad, la muerte...

Una  novela maravillosa que enseguida llega al alma...Una novela única y de lectura obligada...Una obra maestra sin lugar a dudas.

" Los días eran largos, perezosos, y la tristeza y el silencio se abatían como aludes sobre Ainielle. Yo pasaba las horas vagando por las casas, recorría las cuadras y las habitaciones y, a veces, cuando el anochecer se prolongaba mansamente entre los árboles, encendía una hoguera con tablas y papeles y me sentaba en un portal a conversar con los fantasmas de sus antiguos habitantes  " (pág. 61).

En la novela el amarillo jugará un papel especial y único:

" Día a día, en efecto, a partir de aquella noche junto al río, la lluvia ha ido anegando mi memoria y tiñendo mi mirada de amarillo. No sólo mi mirada. Las montañas también. Y las casas. Y el cielo. Y los recuerdos que, de ellos, aún siguen suspendidos. Lentamente, al principio, y, luego ya, al ritmo en que los días pasaban por mi vida, todo a mi alrededor se ha ido tiñendo de amarillo como si la mirada no fuera más que la memoria del paisaje y el paisaje un simple espejo de mí mismo " (pág. 119).

Una novela estremecedora:

" Y ahora que la muerte ronda ya la puerta de este cuarto y el aire va tiñendo poco a poco mis ojos de amarillo, incluso me consuela pensar que están ahí, sentados junto al fuego, esperando el momento en que mi sombra se reúna para siempre con las suyas. "  (pág. 92).

Una novela que  definitivamente me enganchó a este maravilloso escritor que es Julio Llamazares.

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Le siguieron en la lectura  dos libros de viajes El Río del Olvido y Tras-os-Montes.

Portada del libro El río del olvido

       El río del olvido de Julio Llamazares, libro escrito en el 2006,  es el relato de un viaje por el río Curueño, río arriba desde el puente  de Ambasaguas hasta el nacimiento,  cuarenta  kilómetros, un río que le trae muchos recuerdos a Julio Llamazares no en vano al principio del viaje se encuentra con el río Porma, un río que tiene mucho que ver con su pueblo de nacimiento Vegamián.   La lectura del  libro fue un auténtico placer para mi, amante de los ríos, de sus paisajes  y de la historia de sus orillas. Con una escritura fácil, bella y minuciosa va trascurriendo su viaje que escribe en unos casi setenta relatos, todos maravillosos...

     El río del olvido es para mi uno de los libros que me gustaría escribir en mis andanzas por el Limia en Aceredo, en tiempos cuando no estaba anegado y visitaba todas las semanas eses lugares,  o por el río Navea en Chandrexa de Queixa en Ourense o el río Xares en A Veiga y otros ríos,   pero que al final no escribes ya que no es fácil, hay que ponerse y hay que saber hacerlo. Julio Llamazares es un maestro y lo demuestra en todos sus libros. Gracias Julio por estas y otras maravillas.

" El paisaje es memoria. Más allá de sus límites, el paisaje sostiene  las huellas del pasado, reconstruye  recuerdos,  proyecta en la mirada la sombra de otro tiempo  que sólo existe ya como reflejo de si mismo en la memoria del viajero  o del que, simplemente,, sigue fiel a ese paisaje.

Para el hombre  romántico, el paisaje es,  además, la fuente principal de  la melancolía " (pág.13)

        El río del olvido fue mi segundo libro de Julio Llamazares y el que puso la piedra definitiva para considerarlo un escritor único y sencillamente maravilloso.

" La cascada de Nocedo, tan escondida entre los peñascos que los viajeros pasan muchas veces  por su lado sin sospechar  siquiera su existencia, esconde  su belleza en la angostura de una grieta que el río de  Valdorria  ha abierto en plena roca  para poder salvar el desnivel  que lo separa del río Curueño.  Para llegar a ella, hay que dejar, por tanto, atrás la carretera,  desviarse a la izquierda, por el muro que sumerge bajo ella el riachuelo y, con los pies descalzos -para no mojar las botas y evitar los resbalones en las piedras-, recorrer los cien metros  que separan la carretera de la grieta  en la que brama día y noche  el corazón de la tormenta. No son muchos, pero si los suficientemente angostos  y difíciles como para que el viajero tarde tanto tiempo en recorrerlos  como en llegar allí desde Montuerto. Pozos, rabiones, gargantas, torrenteras , minúsculos sifones y cascadas se suceden y encadenan haciéndole el camino cada vez más peligroso y complicado. Hojas y babas verdes se deslizan suavemente entre sus piernas obligándole a avanzar con gran cuidado..." (pág.117)

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Portada del libro Trás-os-Montes

        Trás-os-Montes es otro libro de Julio Llamazares que desde el primer momento me llamó la atención, libro de viajes, novela; alguien lo dijo:  es gran literatura, como todos y cada uno de los libros escritos por este autor. Pero no expliqué por que me llamó la atención este libro: sencillamente ya que Trás-os-Montes es un territorio del nordeste de Portugal que visito frecuentemente, comparte tierras con Ourense y ríos maravillosos como el Tuela,  el Rabaçal y el Mente que suelo visitar todos los años. Una maravilla de ríos y una maravilla de territorio. Esa es la causa de que este libro figure en mi biblioteca.

     " Pero no hay mal  que cien años dure, y menos  en carretera. El viajero lo sabe por experiencia  y lo comprueba de nuevo, cuando al doblar una curva -la enésima desde Bragança-,  avista el petril de un puente  y, tras él, en el barranco, el río que lo sostiene. Es el Tuela, que viene de Montezinho y trae aires de la sierra. Y que, antes de seguir su ruta,  seguramente cansado de pelearse con las montañas, se detiene un instante a descansar bajo el puente. " (pág.39)

     En Trás-os-Montes y en casi cincuenta pequeños relatos Julio Llamazares nos explica con muchos detalles y con su escritura fácil y precisa su viaje empezando en  Bragança  y volviendo por Miranda, dentro del distrito de Bragança pero más al sur,  pasando por Vinhais, Chaves, Vidago, Vila Real y  Mirandela entre otros pueblos maravillosos. Tras-os-montes describe perfectamente lo que nos vamos a encontrar en este trocito de Portugal,  separado del resto por montes, en el noreste de Portugal y bastante aislado y no fácil de llegar; pero que merece la pena...

      " Dicen que cuando se inauguró (en 1910),  el Palace era  el hotel más lujoso y romántico de Europa. Quizás lo siga siendo  todavía, a tenor  del lugar en que se encuentra  y de la grandiosidad y  magnificencia  que impregnan todo el conjunto  y que alcanza su máxima expresión  en el vestíbulo y  en la gran escalinata principal que da acceso a los pasillos  y a los inmensos salones en las que los espejos y las estatuas contemplan indiferentes  el transcurrir de las horas y las idas y venidas de la gente. " (Pág. 100)

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Y por último llegó a mis manos "Distintas formas de mirar el agua", un libro que descubrí en febrero de 2015 en su primera edición.

Portada del libro Distintas formas de mirar el agua

        Cuando el 11 de febrero del 2015 tuve en mis manos, por primera vez, el libro de Julio Llamazares "Distintas formas de mirar el agua", editado por Alfaguara, supe rápidamente que se acaba de publicar una auténtica joya para nuestra página web, un libro maravilloso.

        Su lectura posterior me demostró que no me había equivocado.

        En el libro aparecía un tema similar a lo ocurrido con nuestra Alberguería y al mismo tiempo escrito por un autor que llevaba varios años, yo lo intuyo, para publicar algo relativo al pueblo donde nació, Vegamián en León; pueblo que tuvo que abandonar con su familia cuando quedó anegado por el embalse del Porma. Su padre era el maestro del pueblo y el tenía dos años.

Situación de Vegamián en la provincia de León.

Este pequeño río, el río Porma, como el río Xares en A Veiga,  fue el que anegó en 1968 el pueblo de Vegamián, entre otros. El río Xares en 1958 anegó Alberguería.

Fotografía de Vegamián (León) que quedó inundado por el embalse de Porma. ¡Como me recuerda a nuestra amada Alberguería!.  (Desconozco el autor de la fotografía)

Así quedó actualmente Vegamián. (Desconozco el autor de la fotografía)

Embalse construido en 1968, solo diez años más que el embalse de Prada. 317 Hm3, casi el triple que el embalse de Prada. Este embalse anegó totalmente los pueblos de Vegamián, Campillo, Ferreras, Quintanilla, Armada y Solares. También parcialmente a Utrero y Camposolillo. Es el tercero en importancia en León, después de Riaño y Bárcenas.

La presa es de gravedad,  igual que la de Prada,  y mide de altura  75 m. con un ancho de 250m; un poco menos que la de Prada que mide 85 m de altura y 280 de ancho. Aqui teneis los datos de la presa. (Desconozco el autor de la fotografía)

A este embalse también aporta agua, por medio de un túnel, el río Curueño.

Embalse del Porma, hoy también llamado Embalse de Juan Benet, escritor e ingeniero que fue el que lo construyó. (Desconozco el autor de la fotografía)

      Con estos antecedente, el lector, que conoce la historia de Alberguería,  se explica perfectamente varias cosas: en primer lugar  mi interés por Julio Llamazares y su obra;  en segundo lugar  mi entusiasmo por este autor, para mi uno de los más importantes escritores actualmente en España. Pero puede perfectamente ir más allá teniendo los antecedentes que tenemos, estoy seguro que Julio Llamazares llevaba años pensando en escribir esta novela, en darle forma y tenemos que reconocer, para ello hay que leer el libro,  que el tema es totalmente original. Aquí os remito a un artículo maravilloso, publicado por el propio Julio Llamazares en el diario El País el 11 de febrero del 2015   y que confirma plenamente esos pensamientos.

       Este es el argumento del libro "Distintas formas de mirar el agua": en torno a las cenizas del abuelo, que van a reposar para siempre bajo el agua que anegó su aldea, dieciséis personas reconstruyen la historia de su familia a la vez que las suyas propias. Desde la abuela a la nieta más pequeña, desde el recuerdo de la aldea en los que los mayores nacieron y se criaron antes de verse obligados a abandonarla ante su destrucción inminente a las historias y sentimientos de los más jóvenes.

Una novela única y maravillosa sobre el destierro, el paso del tiempo y la memoria. Un estudio sobre los sentimientos y la vinculación con la naturaleza y sobre todo lo que deja y como deja el corazón de los que lo vivieron directamente.

Presentación del libro en el Ayto. de Donostia. San Sebastián. (Desconozco el autor de la fotografía)

" Me lo dijo cuando nos despedimos, aquella  mañana fría del mes de octubre, de estas montañas, entonces ya pintadas de amarillos y granates (los de los cerezos bravos y los espinos; los frutales y los chopos de la vega habían sido talados ante el cierre inminente de la presa) por un otoño precoz, y me lo repitió dos veces, una en la residencia, el día en el que Teresa nos dejó en ella,  y la otra ya en el hospital, poco antes de morir. Se ve que no se fiaba de que cumpliera lo prometido, dado lo que para mí supone. Y para él. Sin ser tan religioso como yo, Domingo jamás hubiera pensado en que lo quemaran de no haber sido por la imposibilidad de regresar a Ferreras de cuerpo entero a reposar para siempre junto a los suyos.  " (Pág. 18).

 

Para terminar solo me queda dar la enhorabuena a Julio Llamazares, decirle por mi parte que seguiré leyendo sus libros, el próximo será Luna de lobos (escrito en 1985) y desearle que sigan sus éxitos.

Pongo otro pequeño trozo del libro Distintas formas de ver el agua:

 

" No me extraña que mi madre se emocione cada vez que ve estas montañas, cuánto más hoy, que venimos a lo que venimos. Me pasa a mí, que las dejé de ver con dieciséis años, cuando nos trasladamos a vivir a Palencia...
Lo recuerdo como si fuera ahora. Recuerdo las despedidas de los vecinos que aún resistían en Ferreras esperando a que el cierre de la presa los echara, algo que se anunciaba para muy pronto (ya habían talado todos los árboles y se decía que iban a cortar la luz), y la partida desde la casa en aquel camión en el que íbamos toda la familia además de los animales y de nuestras pertenencias. Como los gitanos, decía mi madre cuando veía a otros vecinos del pueblo partir hacia su destino antes de que nosotros los secundáramos.
La víspera de nuestra marcha la recuerdo también con nitidez. Con todo ya recogido, preparado y apilado en el corral junto con las herramientas y algún apero de labranza (todos no podíamos llevarlos), la casa parecía un almacén en el que nuestras voces formaban eco. Dormimos todos en la cocina. Mis padres en un colchón en el suelo, con Virginia y Agustín entre los dos, y Toño y yo en el escaño. Antes habíamos cenado en casa de tía Balbina (¡qué pronto se moriría la pobre!) y después de cenar pasamos por las tres casas que aún permanecían abiertas a despedirnos de los que se quedaban. De todos modos, al día siguiente, por la mañana, todos estaban ante la nuestra para ayudarnos a cargar las cosas y para despedirnos cuando por fin nos fuimos. Era una escena que se repetía a menudo en aquellos días y cuya imagen me vuelve a veces en sueños llenándome de dolor, como les pasará, imagino, a los judíos que sobrevivieron a los campos de concentración nazis en la Segunda Guerra Mundial.
" . (Pág. 27).
 

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¡Que suerte tuve encontrarte aquel día.!

¡Muchas gracias por tus libros!.

Vovel a la página "O encoro do Umia" Saír.